¿Quién ayuda a un corazón roto?
Esta mañana muy temprano escuché en la radio al doctor
Moisés Calderón Abbo, director del Hospital de Cardiología del Centro Médico “Siglo
XXI”, hablando sobre el caso del paciente Sergio Ortíz Gama, a quien el pasado
7 de agosto se le realizó el primer implante de sistema de soporte ventricular
universal neumático; es decir, un sistema que funciona como un apoyo a un
corazón que ha sufrido graves daños.
Con este implante, conocido como
corazón artificial, existen altas
posibilidades de que el corazón de un paciente restablezca sus funciones y, a
su vez, evite la necesidad de un trasplante, como en el caso del Sergio Ortíz
Gama, quien había sufrido un infarto masivo, quedando afectado el lado derecho
del corazón.
Calderón Abbo, quien es especialista en cirugía
cardiovascular y de tórax, expresó
que a este logro lo respaldan más de 20 años de trabajo de investigación, con médicos
cirujanos, cardiólogos, ingenieros biomédicos, entre otros especialistas, todos
ellos mexicanos.
Esto es particularmente
importante, porque según El Universal anualmente hay 80 mil casos de pacientes
con insuficiencias cardiacas, y de acuerdo con el Centro Médico de Trasplantes
existen 34 personas en lista de espera de trasplante de corazón, por lo que se
abre la posibilidad para que cientos de pacientes que sufren de estas
afecciones cardíacas puedan recibir un tratamiento como éste y mejorar su expectativa
de vida.
Además, se reduciría la
necesidad de donantes, puesto que el nuevo sistema podría suplir este
procedimiento, en algunos casos.
El sistema mexicano de salud
no está exento de deficiencias, en algunas unidades médicas hay desabasto de
medicamentos, deficiencias en la calidad en el servicio, falta de equipo, municipios
alejados que aún carecen de centros de atención médica básica, pero a pesar de
este contexto, existen logros tan significativos como éste, que merecen la pena
ser reconocidos.
Este equipo de doctores
brillantes del Centro Médico “Siglo XXI” vuelve a poner a México en los
reflectores de América Latina.
Mi reconocimiento a este grupo
multidisciplinario de expertos, que hace posible contar esta maravillosa historia
que nos inspiran y alienta a seguir andando en caminos difíciles, oscuros y
llenos de obstáculos.
¡Enhorabuena, doctores!
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