Juego
y Deseo
Cuando se tiene
la fortuna de estar frente a un grupo de jóvenes, impartiéndoles alguna
cátedra, no hay un solo minuto en que, nosotros como maestros, nos podamos dar
el lujo de perder el tiempo.
La parte
académica-teórica, es de suma importancia, pero ser parte de su formación para
la vida también lo es.
Estar cerca de
ellos, escuchar sus necesidades, sus aspiraciones, sus sueños, conocer el tipo
de país que desean y que están dispuestos a construir a como dé lugar, es
maravilloso.
En esta ocasión
encontré un pretexto perfecto para la elaboración de un ensayo, visitar la
exposición temporal en el museo José Santiago Gutiérrez, “Juego y Deseo” del
grande Salvador Dalí, en el centro de Toluca.
Buscaba un tema
que lejos de ocasionar una molestia, les provocara algo, que les dejara un conocimiento para el resto de sus vidas.
Que descubrieran un nuevo mundo, el mundo de las artes.
La exposición es
pequeña, pero es maravillosa, cada pieza, impecable, profunda, contradictoria,
conmovedora, hermosa.
Es un privilegio
poder admirarlas, conocer un poco más, y de cerca, el trabajo de uno de los artistas
surrealistas más importantes de todos los tiempos.
Cabe mencionar, el
esfuerzo del Instituto Mexiquense de la Cultura, que en conjunto con el Gobierno
del Estado de México, hacen posible por
llevar a cabo este tipo de eventos a muy bajo costo, para que resulte accesible
a los jóvenes.
El reto, es que ellos
lleguen, al lugar de la exposición, que la disfruten, que la admiren, que la
valoren.
Y si ellos no
llegan solos, por lo menos yo, haré lo posible por acompañarlos a descubrirla.
Necesitamos una
generación de profesionistas preparados para el trabajo y para la vida, para
enfrentar los retos del exterior, la
ciencia proporciona una parte, y las artes en su conjunto proporcionan el
resto.
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